Unas 700 toneladas de alimentos podrán ser rescatadas cada año gracias a una planta procesadora de alimentos en el Banco de Alimentos de Cáritas de Monterrey, cuya construcción inició hoy en el marco del proyecto Hambre Cero Nuevo León.
Unas 700 toneladas de alimentos podrán ser rescatadas cada
año gracias a una planta procesadora de alimentos en el Banco de Alimentos de
Cáritas de Monterrey, cuya construcción inició hoy en el marco del proyecto
Hambre Cero Nuevo León.
Con la presencia del gobernador Jaime Rodríguez Calderón, el
arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, bendijo los trabajos de esta
planta que tendrá capacidad para recuperar y aprovechar el desperdicio que se
podría generar en diversos donativos que se reciban.
Adicionalmente, permitirá enriquecer el valor nutritivo de
las despensas entregadas a la población en pobreza de Nuevo León, gracias a la
colaboración de la Universidad Autónoma de Nuevo León, el Tecnológico de
Monterrey y la Universidad de Monterrey.
La procesadora ha sido financiada con apoyo del Gobierno del
Estado, del H. Congreso del Estado y de empresas como HEB, Sigma Alimentos,
Soriana, Arca Continental, Ternium, entre otras, detalló James Colyer Reyes,
presidente de Cáritas de Monterrey ABP.
Esta acción se da gracias a la aprobación por parte del
Congreso del Estado de la Ley del Derecho a la Alimentación Adecuada y Combate
al Desperdicio de Alimentos, publicada en el Periódico Oficial del Estado el
pasado 17 de noviembre, explicó el diputado local Daniel Carrillo Martínez,
promotor de la iniciativa que contó con la colaboración de la sociedad civil.
Esta legislación, aprobada en el marco del Día Mundial de la
Alimentación el pasado 16 de octubre, fomenta la donación de alimentos al
reconocer el derecho humano que tiene toda persona a una alimentación adecuada
y rescatar alimentos consumibles evitando su desperdicio.
También, fomenta la donación de alimentos en las entidades alimentarias, con el fin de apoyar a los sectores de la población de escasos recursos, la coordinación de métodos para garantizar el derecho a una alimentación adecuada, y la regulación de las donaciones de alimentos consumibles de acuerdo con lo establecido en los ordenamientos jurídicos aplicables, además de establecer los incentivos a la donación a las entidades alimentarios.
En el evento, Rodríguez Calderón tomó protesta a los
miembros honoríficos del Comité de Gobernanza del proyecto Hambre Cero Nuevo
León, conformado por representantes de Cáritas de Monterrey, el Consejo Nuevo
León para la Planeación Estratégica, la Facultad de Salud Pública y Nutrición
de la UANL y la Secretaría de Desarrollo Social de Nuevo León.
Hambre Cero Nuevo León tiene como objetivos principales el
poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la
nutrición de las personas que viven en situaciones vulnerables, además de
evitar la pérdida y el desperdicio de alimentos en el estado.
Durante el evento, Martha Herrera González, presidenta de la Comisión de Desarrollo Humano del Consejo Nuevo León, presentó el modelo de Hambre Cero Nuevo León, así como una propuesta de imagen para identificar a este esfuerzo conjunto.
El modelo de atención interinstitucional de Hambre Cero Nuevo León está alineado a una de las áreas de oportunidad prioritarias del Plan Estratégico 2030, así como de uno de los Objetivos del Desarrollo Sostenible promovidos por Naciones Unidas.
Este proyecto busca lograr su objetivo mediante el uso de
estrategias de planeación, comunicación, evaluación e innovación para erradicar
la pobreza, con especial atención en la alimentaria, a través de modelos
sostenibles y de autosuficiencia.
El comité de Hambre Cero Nuevo León constituye un ejemplo de
ciudadanización en la construcción de la política social en Nuevo León, quienes
tienen la responsabilidad de alinear esfuerzos para no perder el objetivo y que
este trascienda más allá de un período de Gobierno.
Además, está enfocado en facilitar la comunicación entre las
instituciones permitiendo complementar recursos y conocimiento, en fomentar la
innovación al integrar a las universidades en la construcción de la política
pública, y en generar procesos participativos que mejoran la conexión entre
ciudadanía y Gobierno.
En este esfuerzo conjunto se estarán rescatando buenas
prácticas y proyectos locales para que tengan un mayor alcance, con la premisa
de total transparencia en el uso de los recursos públicos y la toma de
decisiones.
Enrique Gómez Junco Blancq Cazaux, presidente del Banco de
Alimentos de Cáritas de Monterrey, presentó a los asistentes el proyecto de la
planta procesadora, mientras que Luz Natalia Berrún Castañon, secretaria de
Desarrollo Social del Estado, informó de avances de Hambre Cero Nuevo León.
En el estado hay 160,300 personas con ingresos inferiores a
la línea de bienestar mínimo, es decir, disponen de un ingreso tan bajo que,
aun si lo dedicase por completo a la adquisición de alimentos, no podrían
adquirir los nutrientes necesarios para tener una vida sana.
Nuevo León es el estado del país con el menor porcentaje de
personas en pobreza a nivel nacional. Entre 2014 y 2016, la incidencia de
pobreza multidimensional pasó de 20.4 % a 14.2 %, mientras que la población en
pobreza extrema disminuyó de 1.3 % a 0.6 %.
¿Qué sigue en Hambre
Cero Nuevo León?
Los organismos que trabajan en este modelo deberán realizar
una estimación de pérdidas y desperdicios de alimentos en Nuevo León,
desarrollar un modelo sostenible de rescate a campos agrícolas, aumentar la
participación de la iniciativa privada e instituciones de educación superior en
el desarrollo del modelo, crear un método para el desarrollo de emprendimiento
y empleabilidad para población en alto rezago social, así como monitorear y
evaluar proyectos de los tres pilares estratégicos.