Durante la asamblea de Impulso Violeta, plataforma de diálogo para la colaboración intersectorial contra las violencias hacia las mujeres, se dieron cifras de atención de las Puertas Violeta.
Ante el ambiente
adverso que enfrentan en Nuevo León, caracterizado por altos índices de
feminicidios, abuso sexual y violencia de pareja y familiar, es urgente garantizar
la igualdad de condiciones y proteger el derecho de las mujeres una vida libre
de violencias.
Este fue el contexto
en que se celebró hoy la asamblea de Impulso Violeta, a convocatoria del
Consejo Nuevo León para la Planeación Estratégica, el Instituto Estatal de las
Mujeres y la asociación Alternativas Pacíficas, que coordinan este esfuerzo.
Martha Herrera
González, presidenta de la Comisión de Desarrollo Humano del Consejo Nuevo
León, destacó que, aunque hay cada vez más atención institucional a mujeres y
se ha atendido la emergencia de violencias, falta atender las causas
estructurales que las provocan.
“Tenemos movimientos
de mujeres, como el paro nacional este 9 de marzo, que se gestan en la sociedad
ante la incapacidad de todos nosotros de no lograr acuerdos y de anteponer
nuestras propias agendas a costa de agendas ciudadanas”, afirmó.
Impulso Violeta es una plataforma de diálogo enfocada en
crear espacios de colaboración intersectorial para generar información,
difundir buenas prácticas, así como proponer mejoras y dar seguimiento a la
política pública en materia de combate a las violencias contra las mujeres.
De acuerdo con el informe de enero de 2020 del Secretariado
Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Nuevo León ocupó el primer
lugar en feminicidios y llamadas de emergencia sobre abuso sexual, y el segundo
lugar en violación y llamadas de emergencia sobre violencia de pareja y
familiar.
A partir del surgimiento de Impulso Violeta en 2018, antes Grupo
impulsor para el combate a las violencias contra las mujeres, se han abierto
siete Puertas Violeta en el área metropolitana de Monterrey, que en 2019
atendieron a 10,768 personas, de las cuales 196 fueron trasladas a refugios para
proteger sus vidas.
En el evento, las alcaldesas de Guadalupe, Cristina Díaz Salazar, y de General Escobedo, Clara Luz Flores Carrales, expusieron las cifras de atención de las Puertas Violeta instaladas en sus municipios, así como de los servicios adicionales que han brindado a mujeres y sus familias.
Asimismo, la presidenta del Instituto Estatal de las
Mujeres, Martha Cecilia Reyes Cruz, presentó las acciones a su cargo realizadas
en el último año, que fueron desde la capacitación y orientación hasta la
formalización de las unidades de género dentro de la administración pública
estatal.
Por ejemplo, el Instituto atendió 25,516 mujeres en diversos rubros en 37 módulos instalados en todo el estado; creó redes de sororidad en municipios con beneficio a 33,178 mujeres; y capacitó a 49,000 personas de todos los sectores en derechos humanos, igualdad, violencia de género.
En la asamblea, la asociación Alternativas Pacíficas
presentó el Observatorio Ciudadano para la Prevención y Combate de las Violencias
contra las Mujeres en Nuevo León, una herramienta tecnológica de Impulso
Violeta, que brindará información útil para la investigación, análisis y atención
de las violencias contra la mujer.
Este observatorio ciudadano vendrá acompañado de una app que será lanzada a partir de mayo para orientar, prevenir y atender las violencias que sufren las mujeres, además de servicios como un botón de ayuda y un directorio de servicios y de OSC especializadas.
Con la presencia del cónsul general de Estados Unidos en
Monterrey, William H. Duncan, Dafne Gómez, especialista en derechos humanos de USAID,
mostró que están apoyando dos proyectos relacionados con el ámbito de Impulso
Violeta.
Uno de ellos está enfocado en mejorar intervención de la
policía preventiva en incidentes de violencia familiar y mejorar la atención a
mujeres víctimas de violencia, investigación y persecución penal, e impulsar la
incorporación de una perspectiva de género en las sentencias.
El otro, en detectar violencias que preceden al feminicidio, identificar nuevas formas para atender la violencia de género, capacitar a la sociedad civil en litigio y análisis de información e implementar una campaña de comunicación estratégica sobre violencia de género y feminicidio.